En estos tiempos que se realizan tantos viajes largo, muchos conductores recurren a los remolques ligeros para poder transportar todo lo necesario, incluso la propia casa en el caso de las grandes tiendas de camping que se ocultan en su propio remolque.

No cabe duda de que son un excelente recurso, pero también es totalmente cierto que llevar un remolque fijado en la trasera cambia por completo el comportamiento y la respuesta del vehículo. No está de más tener en cuenta una serie de condicionantes y precauciones antes de salir a la carretera:

1. El remolque y la ley

Antes de nada, veamos qué dice la ley. Un remolque ligero, de menos de 750 kg de peso máximo, no necesitan sistema propio de frenos… pero para utilizarlo en carretera, tendrás que instalar el enganche en el vehículo.

Los remolques con una capacidad de carga superior a 750 kilogramos, deberán llevar sistemas de frenos independientes, que se accionen desde el vehículo tractor simultáneamente con los frenos de éste o contar con frenos de inercia según se señala más adelante. El remolque que deba estar provisto de frenos, tendrá
un dispositivo capaz de detenerlo automáticamente si, en movimiento, se desconecta o desprende del vehículo tractor. El frenado de remolques con un peso bruto vehicular de 3.500 kilogramos o menos, podrá ser por inercia, entendiéndose a efectos de este reglamento como frenado de inercia el frenado realizado utilizando las fuerzas que provoca el acercamiento del vehículo remolcado al tractor.

Con licencia clase “B” podrás arrastrar un remolque de peso inferior al de la unidad motriz, y cuyo peso conjunto sea menor de 3.500 kilogramos (automóviles, camionetas, furgones, furgonetas).

El propio remolque también deberá ser un modelo inscrito y disponer de portamatrículas y luces de frenado, reversa, posición e intermitentes, con la instalación precisa para su conexión al vehículo tractor. A la hora de comprarlo, debes asesorarte sobre la idoneidad del remolque y de tu propio vehículo, pues su potencia ha de ser suficiente para traccionar sin problemas con el exceso de carga que supone el remolque. En estos casos, contar con un coche diésel, ayuda.

2. Verificación

Una vez enganchado el remolque siempre debes realizar una inspección del sistema de enganche, que deberá quedar perfectamente asegurado y con las conexiones de alumbrado bien acopladas.

3. Neumáticos

A pesar de que no es un vehículo a motor, los neumáticos deberán llevar las presiones correctas, no presentar signos de desgaste ni deformidades.

4. Luces

Antes de ponerte en marcha, verifica el correcto funcionamiento de las luces. Limpiarlas frecuentemente pues suelen ensuciarse bastante con las salpicaduras de la carretera. Repite esta operación con la matrícula pues no hay que olvidar que nos pueden sancionar si no es bien visible.

5. Inspeccionar la estructura

Observar minuciosamente el chasis del remolque, controlando sus elementos y verificando que no haya sufrido ningún daño tras usarlo por ultima vez, o que le falte algún elemento. Presta especial atención a la tercera rueda, que te ayuda a manipular el remolque desenganchado: comprueba que esté bien plegada y asegurada antes de iniciar la marcha.

6. Ordenar la carga

El reparto del peso en el remolque es muy importante para garantizar la estabilidad de marcha. Coloca los objetos más pesados en el centro del remolque y recuerda siempre dejar un poco mas pesada la parte frontal del carro. Procura que la carga se reparta lo más abajo posible, para rebajar el centro de gravedad.

7. Fijar la carga

El equipaje no debe moverse dentro del remolque. Utiliza cinchas fuertes y de calidad para fijar la carga y asegúrate de que va bien cubierta. Hay remolques con tapa rígida, pero si el tuyo no cuenta con ella, utiliza una lona bien tensada y asegurada a la caja del remolque.

8. Mentalización

Para circular con un pequeño remolque detrás es necesario algo de costumbre. Con el paso de los km uno tiende a olvidarse que las dimensiones y la dinámica del vehículo que conduce han variado sustancialmente, con lo que eso supone a la hora de conducir y maniobrar. También el viento lateral influye mucho en la conducción con remolque, ante el que debes reducir siempre la velocidad.

9. Márgenes de seguridad

Al llevar remolque por carretera el total del vehículo es má largo y pesado. La distancia de frenado será mucho mayor (directamente proporcional al peso de la carga) por lo que debes aumentar la distancia de seguridad respecto al vehículo que te precede.

No olvides tampoco esa mayor longitud y peso al adelantar, pues no dispondrás de la misma aceleración y necesitarás una mayor distancia para incorporarte al carril derecho tras el adelantamiento, clave en el caso de las carreteras secundarias. Tampoco podrás tomar las curvas a la misma velocidad que cuando no llevas el remolque. Es aconsejable anticipar los movimientos antes de iniciar los giros.

10. Practica

Si es la primera vez que utilizas un remolque ligero, lo mejor es que entrenes las maniobras antes de realizar un viaje. Lo primero es probar a realizar maniobras en parado, para acostumbrarte a que el remolque marcha atrás gira al contrario que el vehículo, por lo que debes mover el volante en dirección contraria a donde quieres ir.

Luego comprueba en carretera cómo afecta el remolque con carga a las respuestas y reacciones del coche. Poco a poco uno ya se va acostumbrando a tener que utilizar desarrollos más cortos y a la nueva dinámica.